¿Por qué nos lastimamos la columna?
Es difícil conocer cuanta gente padece de dolor de espalda en México, la epidemiología en el área de la salud no tiene suficiente información para hablar de una estadística.
Cuando hablamos de dolor de espalda se pueden considerar algunos aspectos: como si el dolor es constante u ocasional o si el malestar le incapacita o no. Existen algunos factores que incrementan el riesgo de enfermarse de la columna vertebral, por ejemplo la edad, en donde las personas de más de 50 años presentan malestar y si es mujer el riesgo incrementa a partir de los 60 años, pues la osteoporosis influye de manera importante en este padecimiento. La gente fumadora, la obesidad, actividades físicas mal dirigidas, aquellas personas que manejan bicicleta, motocicleta por largas horas o actividades laborales que requieren cargar objetos pesados son entre otros factores que conocemos de alto riesgo.
En los Estados Unidos se manejan estadísticas un poco más exactas, mencionando que entre el 10 y el 15 % de la población ha padecido dolor de espalda.
No podemos olvidarnos de personas que han sufrido accidentes, que padecen cáncer, desnutrición o enfermedades inmunológicas como el Sida, que contribuyen a tener una enfermedad en la columna.
Aunque en menos proporción, existen enfermedades congénitas que modifican la forma de la columna como lo es la escoliosis, en donde la columna forma curvaturas laterales o la xifosis en la cual la columna presenta una curvatura hacia delante y la persona se ve jorobada. En los últimos tiempos, con los estudios de genética cada vez más actuales se ha descubierto una influencia importantísima en las enfermedades de columna ya que llegamos a encontrar familias donde el abuelo, padres e hijos padecen de este mal. Con todo esto, podemos imaginarnos cuánta gente está expuesta a este padecimiento.
Seguramente todos hemos sido testigos de las modas deportivas, hoy en día los maratonistas, levantamiento de pesas, así como el tenis, el golf y el squash, que cada vez personas de todas las edades lo practican más, siendo que en muchas ocasiones se hace sin un instructor o con un instructor no capacitado. Actualmente, los consultorios de ortopedistas, neurocirujanos y quiroprácticos han incrementado la visita de este tipo de pacientes, sin dejar de mencionar que también aparece el curandero, huesero o masajistas.
Lo más importante que usted como lector debe conocer si padece de este mal es contar con un médico de confianza que le pueda dar un diagnóstico preciso del por qué le duele la espalda o el cuello, pues al tener un diagnóstico correcto confirmado por una exploración, estudios con rayos x, tomografía computada, resonancia magnética y en algunos casos estudios electrofisiológicos se sabrá cuál es el tratamiento ideal, ya que en un 80 % de los casos el tratamiento es conservador, es decir que con medicamentos, reposo y una rehabilitación adecuada el problema será resuelto. Y si no padece ningún problema de espalda tome en cuenta lo que aquí leyó para que la cuide, ya que no hay mejor medicina que la que no necesitas.
En un 80% de los casos el tratamiento es conservador, es decir que con medicamentos, reposo y una rehabilitación adecuada el problema será resuelto.
Mayor información:
Dr. Julio V. De Dios Tello
Neurocirugía y Cirugía de Columna
Consultorio 921-922 / Hospital Puebla
(222) 240 4120